Senoscayoelsistema.com escribio en el post de diciembre 12 “La peor lección de finanzas que ud. puede seguir”
El resumen del post aquí: “conservar un producto de cero margen es una movida equivocada”, envié mi comentario pero no llego por alguna razón.
Creo que un producto con cero margen no es una movida equivocada y depende del mercado en el que este o si no preguntémosle a la señora de la foto que vende arvejas en la plaza de mercado, ella vende a su punto de equilibrio y estoy seguro que en el precio involucra todos sus costos (arrendamiento del camión, intereses y los gastos de operación).
De hecho entiendo que en la economía perfecta el cero margen es el ideal.
Lo que si es importante es que hay que definir bien el precio. La mayoría de las empresas definen el precio según el de la competencia y seguramente no alcanzan a cubrir los costos. Ideal que el margen de contribucion sea mayor que 0, es obvio, lo que no puede ser es menor que 0.
Muy interesante su respuesta al comentario de ‘Se nos cayo el sistema’.
Existen compañias que estan abriendo locales en varios lugares del mundo en donde el margen de utilidad siempre es negativo, y esto hecho a proposito. Para la muestra, la tienda de cafe iLLY http://www.nytimes.com/2005/10/23/realestate/23sqft.html?_r=2&oref=slogin&pagewanted=print&oref=slogin en Manhattan no tiene por objeto hacerle competencia a los cientos de Starbucks que ya existen. Por el contrario, atraen a los clientes para hacer ‘branding’ en vez de enfocarse en las ventas a pesar de la inversion inicial de abrir una tienda en Manhattan. Interesante el concepto por que no es un mercadeo de unos cientos o miles de dolares. Seguramente la inversion costo millones. Acaso sera un error? Lo dudo, son movidas sumamente bien calculadas. Que piensa usted?
Ganar cero o perder tiene sentido para echar a un competidor, para promocionar una marca, para conseguir superar una barrera de entrada, pero a largo plazo es un sinsentido. Otra cosa es que, visto sistemáticamente, la pérdida por un lado se compense por el otro, como las máquinillas de afeitar que se regalan a los estudiantes para que éstos consuman recambios, o los prospectos que se regalan en actos que celebran en las mejores escuelas de negocio para conseguir futuros alumnos de MBA 😉